23 de junio de 2008

Las soledades de María Marvis

Mientras tejía al pie de la ventana, desempolvaba recuerdos de los arrabales de su mente. Del otro lado del vidrio, el amanecer traía consigo una ciudad que devoraba, con inucitada ferocidad, las ansias de los despiertos y las esperanzas de los dormidos. Más allá, un tren partía y su depedida originaba la tristeza de los que se quedaron, seres que al cabo de un tiempo someterían sus almas a la más absoluta desesperación.
Todos eran testigos de ello, y por eso nadie se detenía. En ese instante, María compartió su soledad con el horizonte: el camino a la felicidad es muy enojoso e imposible. Todo lo que no alegre o anime, no sirve; aquello que no sirve, ocupa lugares que no deseamos hasta cubrirlo todo, y la vida pasó sin conocer la felicidad. Es mejor el camino hacia la no tristeza, donde cualquier destello, por más ínfimo e irrelevante, es un destello al fin.
Esto le confesó al vacío, mientras el tren se perdía en la inmensidad de la mañana y aquello que tejía estaba casi terminado.

17 comentarios:

En El Corazón del Bosque dijo...

Vaya lavado de cara que le has dado al blog!

Te confieso que me tengo que leer tus últimas entradas para ponerme al día. Estoy en el trabajo y me la paso minimizando ventanas para que mi jefe no me pille.

Gracias por pasarte por el mío.

Sigo leyendo y te pongo más comentarios.

besos

Vértigo dijo...

Espero no perder mi tren... Me gustó, aunque me dejó un poco triste.

Gastón Martorelli dijo...

Sigrid: espero que te haya gustado esta cirugía estética. Tus comentarios son muy bienvenidos aquí. Los leeré con gusto cuando el trabajo cese y el jefe así lo disponga. Otros besos para vos, y gracias por pasar.

Vértigo: sospecho que un momento antes de pasar, algo o alguien dará signos para considerar que el tren pasará. Ojalá que lo tomes, seguro que sí. Lamento la tristeza, aunque es cierto, es un texto nostálgico y triste. Besos para vos.

Eme dijo...

confieso que tejiendo con la soledad de compañia ya por maña tengo un mantel muy sucio...

los destellos intimos son los mejores..

gracias por pasarte, es un placer tenerte por mis humildes lares..

saludos.!

Eme dijo...

por cierto.. un honor ser parte de este colectivo... :)

seras parte de mis cuadernos viejos :)

un beso..!

Idea dijo...

Gastón, interesante tu reflexión a propósito de la soledad y con el afán de poner el acento en algo distinto que tu juventud, valoro que tu texto conmueva, porque sólo somos capaces de hacerlo si a su vez nos conmueve el mundo que nos rodea.
Cariños, Idea

Gastón Martorelli dijo...

Maalexandra: por favor, el honor es mío. Me alegra pertenecer a sus cuadernos.
La soledad, dice un amigo mío, es un buen lugar para visitar pero no para quedarse. Algunos permanecen un rato, incluso tejen manteles. Abrazo fuerte, amiga.

Idea: en principio, muchas gracias por tus mails. Valoro ese gesto, más aún en estos días de agresividad constante.
Es cierto, si no me conmuevo, es casi imposible poder sensibilizar al lector.
Debo decirte que escribo con ese fin. Me contenta saber que, en este caso, lo he logrado.
Cariños Ivonne.

Dante Bertini dijo...

querido gabriel, inquieto, cada vez que caigo por aquí has cambiado el diseño, que no tu ideología.
si pones íconos tan discutidos recibirás más de una agresión, pero no te preocupes: lo que no mata engorda.
un abrazo literario

muchas veces me pregunto qué cara tendrás.

Anónimo dijo...

Mi querido profesor, todos albergamos soledades. Es lo duro de la vida de nosotros los seres humanos, que siempre estamos sintiendo que nos falta algo. Así que María somos todos, unos más y otros menos, pero no se puede evitar.
Me gustó mucho este relato imaginario, sobre todo por la referencia al tren, que es un medio que me apasiona y en el que más disfruto para viajar.
Quería decirte también que por fin pude hacer obras en mi desván y que por ello, te enlazo muy gustosamente, pues eres ya un referente para mí como puedes comprobar cada vez que escribes algo.
Espero de todo corazón que esta amistad de vaya consolidando y podamos ir conociendo más aspectos cada uno del otro.
De momento, ya te confieso que tu maravilloso equipo le ganó una Copa Intercontinental al mío. Je, je, je. No te doy más pistas, pero Riquelme y Palermo nos ajusticiaron. Está bien que te guste el fútbol. Otra cosa que nos une.
Un abrazo enorme, compañero y no abadones el sendero de las utopías.

Gastón Martorelli dijo...

Dante: a veces este blog se somete a cirugías estéticas. Sucede que es como afeitarse: a veces me canso de mi barba, y vuela de mi cara. Ahí tenés un dato para reconstruir mi rostro. Si encuentro una foto mía (tengo pocas, no las quiero mucho), te la envío a tu e-mail. Lo bueno es que vas a reirte mucho.
Abrazos, Dante querido...

Ramón: todos tenemos en nuestro ser una María Marvis, y es casi inevitable.
A pesar del estado catastrófico de los trenes en Argentina, también los aprecio, no sólo por su fastuosidad, sino por lo que lleva consigo. Hay un tango que dice "... y el misterio de adiós que siembra el tren", cuando describe un barrio porteño.
Un orgullo formar parte de tu desván. Tus elogios me ponen incómodo, no merezco tanto, Ramón...
Es así, Boquita es el mejor, de eso no hay duda, aunque el Real también tiene lo suyo (Alabado sea Fernando Gago, ex jugador de Boca)
Abrazo afectuoso, profe Alatriste.

G dijo...

Eso paso en un segundo no?...

en una revelacion

En El Corazón del Bosque dijo...

tengo un recuerdo fugaz de los trenes argentinos, en el único que monté me desmayé y fui sin conocimiento hata la siguiente estación, (¿Belgrano?).

Salí tan despistada que me pregunté que fué lo que vivi en esos minutos de inconsciencia...

Espero que se llevara bien lejos mi tristeza.

Un beso

malditas musas dijo...

Excelente Gastón. Tus textos están vivos, te felicito

abrazos
musa

Gastón Martorelli dijo...

De acá: duró el tiempo que demanda detenerse en esas cosas. Habrá durado más de un minuto y menos de dos, no lo sé. No me puse a pensar, y por ello mi respuesta es insuficiente. Abrazo fuerte.

Sigrid: seguramente te desmayaste porque aquí viajamos "como ganado", es decir, todos apretados, con dificultad para respirar y moverse.
Así es, puede ser Belgrano aquel tren.
Agradezco tus palabras cariñosas para conmigo, son recíprocas, aunque no merezco tanto, amiga madrileña.

Musa: muchas gracias. Lo tuyo es muy bueno, y más de una vez te lo han notado, inclusive yo.
Otros abrazos para vos.

Anónimo dijo...

Como eres futbolero me entenderás.
¡Qué bien me lo pasé ayer con España y vaya partidazo jugamos en la Eurocopa! Hay que ganarle a los alemanes como sea en la Final. Lo malo es que nosotros no tenemos a Maradona como en México86, pero se puede lograr. A ver si Casillas levanta la copa el domingo y espero que vayas con España, amigo. Je, je, je. Un abrazo.

Inés Bohórquez (Ibo) dijo...

AH! Eterna soledad del camino que a veces nos acompaña dentro de un tejido dentro de una mirada o dentro de una palabra muchas veces cuando hay mas gentes que nunca...

el horizonte siempre se nos dibuja en el alma bien sea solos o acompañados...

un abrazo!

Gastón Martorelli dijo...

Ramón: ya te lo he dicho en tu blog, estoy haciendo fuerza por España. Después no me digan que si pierde soy yeta (significa mala onda, con energías negativas). Abrazo y espero que festejes contra la gringada rubia.

Inés: muy interesante lo que decís. La soledad aparece en todos lados, pero también la alegría. El negocio, es encontrar lo segundo y visitar de vez en cuando lo primero.
Abrazo fuerte.